"Nobleza, obliga", dicen, las mentes que nos admiran o las que nos envidian por nuestra grandeza pero siempre, desde la hermandad y buen "rollo" entre vecinos y comarcanos.

   Mientras desfilaba la "troupe" de bellísimas sanmatevanas y esa banda magistral que le daba el toque perfecto al ritmo, un poquito más acelerado que el "andante majestuoso", limpiaba de telarañas nuestras conciencias y prestas a la emoción con sus correspondientes "furtivas lácrimas".

   Es una lástima que a nuestra reina de los cielos, nuestra madre, la que nos protege... siempre, hayamos rebajado esos máximos honores por siempre merecida.

   Dicen los protocolos que: las máximas aportaciones que generosamente se ofrecen desde los corazones de los sanmatevanos-as, a nuestras tradiciones más ancestrales, van presididas por la interpretación breve del Himno Nacional, máximo honor.

   Desde tiempos inmemoriales, nuestra gloriosa senyera de la Virgen de los Ángeles, que entró en combate allá por el siglo XVII, en la sierra de Espadan, tenía el privilegio de no inclinarse ante nadie y majestuosamente, al acordé del himno de España, convertimos está tradición como grande de entre las grandes.

   Da igual que le cambies el himno, nacido en la época del rey don Felipe II en el siglo XVI, como se baje la bandera por las escaleras. Ningún consistorio, tiene autoridad moral ni caprichosa para modificar la historia y tradición, eso es propio de egos dictatoriales. La tradición y la historia, no se cambia, es eso... tradición e historia.

   Sumar es lo que cuenta, no crispar desde la ignorancia. Ver en la mañana de hoy todo ese mar de gentes con sus canyas y ramos de olivo, nos recuerda cuando hace ya algunos años, los que formábamos parte del Patronato Municipal de Turismo, sumamos y enriquecimos con nuestra genialidad, está procesión de las canyas que tanto colorido ha aportado a tan solemne día.

   Mi recuerdo entrañable a Fernando Gausach (@turquet) que aportó aquel primer año las ramitas de olivo, colmadas todas ellas de florida rapa.

   Un día grande para un pueblo grande y sus gentes... grandes, grandes, grandes.